Instalar un procesador Intel es una operación sencilla, pero siempre es una buena idea comprobar que el zócalo de la placa base, el chipset y la revisión del BIOS de la placa base son compatibles con la CPU deseada. Intel ha lanzado muchas CPU a lo largo de los años, y hay muchos zócalos y configuraciones de pines diferentes para sus chips, así que compruébalo dos veces antes de empezar.
Si su placa base requiere una actualización UEFI/BIOS, consulte el manual de la placa base para obtener más información sobre cómo realizar la operación.
Para instalar la CPU, empieza por localizar el zócalo de la CPU en la placa base. Como el zócalo tiene clavijas sensibles en su interior, por lo general encontrarás que hay una cubierta de plástico en la parte superior para protegerlo.
Abra el pestillo presionando la palanca hacia abajo y abatiéndola hacia fuera, antes de soltarla para que retroceda. Asegúrese de que esté completamente abierto.
Hay un triángulo o punto impreso en la placa base que indica con qué esquina hay que alinear el procesador. Haga coincidir esta marca con el triángulo de color cobre de la CPU y colóquela suavemente en el zócalo de modo que descanse sobre las patillas.
Cuando esté seguro de que el procesador está bien colocado, baje el pestillo y cierre la palanca para fijarlo en su sitio. La cubierta protectora de plástico se desprenderá por sí sola y podrás dejarla a un lado. Es una buena idea conservar esta cubierta en caso de que tengas que enviar la placa base para cualquier tipo de servicio.
Eso es todo, has instalado tu CPU en la placa base, lista para la solución de refrigeración de tu elección.
Si aún no tiene un disipador de CPU, CORSAIR le ofrece una amplia gama de disipadores de CPU entre los que elegir.
Una vez que hayas terminado la construcción o la actualización, enciende el PC y asegúrate de que están instalados los últimos controladores de chipset y plataforma.