Un disipador térmico es una pieza que ayuda a mantener fríos el procesador (CPU) u otros componentes del ordenador. Suele estar hecho de materiales como aluminio o cobre, que disipan bien el calor. El disipador absorbe el calor del componente al que está unido y lo libera al aire, evitando que se caliente demasiado.
Se compone de una base plana que se asienta sobre el procesador, además de aletas o piezas metálicas que aumentan la superficie de salida del calor. A menudo se le añade un ventilador para acelerar el proceso de refrigeración. Juntos, el disipador térmico y el ventilador trabajan para que el PC funcione sin problemas y evitar el sobrecalentamiento.
Los disipadores térmicos utilizan materiales diferentes:
Disipadores térmicos de aluminio:
Disipadores de cobre:
Disipadores híbridos:
Los tipos son los siguientes:
Disipadores pasivos:
Disipadores activos:
En los PC se utilizan varios mecanismos de refrigeración.
Disipadores refrigerados por aire:
Disipadores refrigerados por líquido:
Disipadores de cambio de fase:
En resumen, un disipador térmico ayuda a mantener la temperatura de funcionamiento segura de los componentes críticos del PC, evitando daños térmicos y garantizando un rendimiento óptimo.
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