Si has jugado a videojuegos de PC en los últimos 30 años, probablemente te habrás topado con alguna que otra mención a DirectX. Tal vez en forma de código de error de un juego con errores, o durante la rápida sucesión de ventanas que se abren y cierran durante la instalación de algo de Steam.
Con juegos creados por distintos estudios en todo el mundo y cada PC con una combinación de hardware diferente, la omnipresencia de DirectX es interesante y nos da una idea de su propósito. ¿Qué es DirectX? ¿Y por qué es tan importante? Veámoslo.
DirectX es un conjunto de API que actúan como interfaz entre los juegos y el hardware de un PC. Esto permite a los desarrolladores programar juegos sin necesidad de conocer la CPU, GPU, RAM, placa base u otros componentes específicos de un PC.
DirectX es un intermediario entre los controladores de hardware y el juego. No es necesario programar el juego y los controladores de hardware para que trabajen juntos directamente. Siempre que ambos sean compatibles con DirectX, se traducirá entre los dos sin problemas.
Si no fuera por DirectX, los desarrolladores tendrían que escribir código para combinaciones de hardware específicas, que es exactamente lo que solían hacer, al menos para algunas de las marcas más populares. Dada la enorme variedad de hardware disponible en la actualidad y el número de desarrolladores, esto sería una tarea insuperable hoy en día.
En resumen, DirectX garantiza que, independientemente de la combinación de hardware que tengas en tu PC, cualquier juego funcionará, siempre y cuando el hardware y el juego sean compatibles con la misma versión de DirectX.
Si alguna vez has sentido nostalgia y has sacado el disco de un juego de 2003, sólo para que tu PC rechazara de plano la instalación, ésta es la razón. Ese juego se desarrolló para ser compatible con la versión de DirectX de entonces.