La promesa de Microsoft DirectStorage es atractiva: libera la potencia subyacente de las últimas SSD NVMe y despídete de los largos tiempos de carga de niveles. Mundos enteros que se transmiten sobre la marcha y activos que se extraen sin problemas para garantizar que tu inmersión no se rompa es algo que muchos jugadores pueden respaldar. Tampoco se trata de una tecnología necesaria sólo para los juegos actuales: a medida que avancemos hacia modelos y texturas cada vez más detallados, los juegos tendrán que incorporarlos a los entornos de juego sin que aparezca una pantalla de carga. No es poco pedir, pero los jugadores quieren mundos ricos poblados por modelos de gran número de polígonos y que utilicen texturas de altísima resolución. Todo ello sin incurrir en la ira de los largos tiempos de carga.
De esto trata exactamente el sueño de Microsoft DirectStorage: apuntalar el desarrollo de juegos del futuro.
Para entender lo que DirectStorage puede lograr, vale la pena explicar cómo funcionan los juegos en la actualidad (no te preocupes, estamos hablando en el sentido más simple.) En este momento, los activos de tus juegos son extraídos de tu almacenamiento por la CPU, donde se descomprimen en la memoria antes de pasar a tu tarjeta gráfica. Fundamentalmente, DirectStorage elimina la CPU de esta ruta de carga de activos, extrayendo los datos de modelos y texturas directamente de tu SSD NVMe a tu tarjeta gráfica. Con DirectStorage 1.2, la GPU puede descomprimir los activos localmente, con lo que se consigue una ruta mucho más fluida y eficiente. En cualquier caso, ese es el escenario soñado.
La realidad no ha estado a la altura de este ideal.
En el momento de escribir estas líneas, tres años después de que se presentara DirectStorage, sólo dos juegos han salido al mercado con soporte para DirectStorage: Forspoken y Ratchet and Clank: Rift Apart. No es la oleada de juegos que muchos esperaban. Hay más juegos en camino(Forza Motorsport, por ejemplo) y algunos títulos ya existentes han prometido parches después del lanzamiento para añadir compatibilidad(Diablo IV), pero la oferta sigue siendo escasa.
Puede que Forspoken no haya impresionado en su lanzamiento, con una deslucida puntuación del 63%, pero es impresionante en lo que respecta a los tiempos de carga, ya que sólo tarda entre 1 y 2 segundos en muchos niveles.
Desgraciadamente, las pruebas exhaustivas revelan que estos tiempos de carga son alcanzables en toda una gama de diferentes generaciones de SSD, y que el rendimiento subyacente tiene poco impacto en los tiempos de carga. Los SSD PCIe Gen5 más rápidos, como el CORSAIR MP700, apenas muestran diferencia alguna en comparación con un SSD SATA relativamente lento.
Los entornos de Forspoken también pueden parecer muy vacíos, como si los tiempos de carga se hubieran reducido a costa del mundo que exploras. Dicho de otro modo, puede que Forspoken admita DirectStorage, pero no impulsa el hardware subyacente lo más mínimo.
El lanzamiento más reciente, Ratchet and Clank: Rift Apart, es mucho más atractivo visualmente y tiene una puntuación del 85%, pero no está exento de problemas. De hecho, en el momento del lanzamiento se descubrió que el juego funcionaba mejor y se cargaba más rápido si se eliminaban los archivos locales de DirectStorage de la carpeta del juego.
Múltiples parches de los desarrolladores y un hotfix de Nvidia han ayudado en este caso, pero sigue sin ser el gran ejemplo que se necesitaba para la tecnología subyacente. También ha puesto de manifiesto uno de los problemas que plantea DirectStorage en un juego con gran riqueza gráfica: ¿funciona utilizar la GPU para cargar y descodificar los recursos si la misma GPU está sobrecargada con el trazado de rayos, el DLSS y todo tipo de tareas de alta carga visual?
Por supuesto, la compatibilidad con DirectStorage no es una tarea sencilla. Representa un cambio fundamental en la forma en que se desarrollan los juegos, cómo se gestionan los activos y, potencialmente, cómo se juega. Si tenemos en cuenta que el tiempo de desarrollo de los juegos más grandes puede alargarse varios años, si no décadas, desde los diseños iniciales, podríamos estar hablando de un largo camino. Aun así, con las últimas consolas de Microsoft y Sony apoyando tecnologías similares, la industria del videojuego en su conjunto debería adoptar esta forma de manejar los activos.
El potencial de DirectStorage sigue siendo increíble y merece la pena entusiasmarse con él. Puede que sea la única forma de que los juegos del futuro puedan manejar todos los modelos y texturas enriquecidos que exigen los jugadores. También es el concepto clave que realmente libera el potencial de las unidades SSD NVMe más rápidas. Parece que todos tendremos que esperar un poco más para ver la aplicación asesina de DirectStorage.
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